La práctica de la monogamia, no implica la ausencia de infidelidad en la pareja, de hecho, se sabe que un gran porcentaje de las personas casadas o las que atraviesan relaciones largas, son infieles.
Podría decirse que las parejas swinger, son parejas liberales que luchan contra esta idea clásica de monogamia y buscan diversión, sin dejar a su pareja de lado, comunican abiertamente su necesidad de tener sexo con otras personas y lo hacen sin tapujos, junto a su pareja.
El concepto Swinger podría definirse como un acuerdo mutuo entre una pareja que intenta probar algo excepcional para mantener el equilibrio matrimonial.
Algunos investigadores definen al Swinging como el consentimiento de las parejas para realizar prácticas sexuales con otras personas, lo que implica restringir las necesidades emocionales, pero ampliar las necesidades físicas para incluir a otras personas.
Es decir, los swingers mantienen la monogamia emocional, pero incorporan a la vida nuevas prácticas sexuales tal como si fueran prácticas sociales regulares.
¿Por qué?
Diversos investigadores han intentado descubrir por qué los swingers eligen esta práctica, no hay verdades absolutas aunque las hipótesis apuntan a razones como las siguientes:
Mejorar la calidad de la relación marital y sexual
Superar las restricciones sociales
Conocer gente nueva
Escapar del aburrimiento en el matrimonio
Tener mayor vida social
Por voyeurismo y la excitación sexual
La capacidad de disfrutar del sexo como un acuerdo voluntario con la propia pareja, no en secreto, no a escondidas, eso implica una gran honestidad y abierta comunicación.
Para algunos funcionará, para otros no, mientras el placer se busque de manera voluntaria, libre y sincera, sin hacer daños a terceros; mientras la práctica del sexo sea de común acuerdo.
Es decir, son personas de amplia tolerancia y versatilidad sexual, de manera que, eligen libremente cómo disfrutar de su sexualidad, desmarcándose de patrones culturales, tabúes, ideas políticas o religiosas.
Se identifican con las preferencias sexuales de la mayoría, pero se sienten diferentes en cuanto a la libertad de poder llevarlas a cabo, sin la represión de las relaciones monógamas, o la falsedad de las relaciones extramaritales a escondidas.
Entre sus hábitos se incluyen sexo en grupos, observar sexo en terceros (voyeurismo) y ser observados (exhibicionismo). Según el grado de participación puede optarse por “soft swinging” o “intercambio ligero” (besos, caricias y sexo oral con una tercera o cuarta persona) o “full swap” o intercambio completo” (implica coito con alguien distinto a la pareja).
Un aspecto que distingue a esta práctica de otras de sexo grupal, es que acuden parejas reales con lazos afectivos y de compromiso, para los cuales sí hay exclusividad, siendo sólo la pareja sexual la que comparten. De hecho, transgredir la línea de la posesión del otro es un elemento de excitación.
Saben dónde encontrarse. Se reúnen en locales o clubes nocturnos especializados, o bien en lugares privados a través de anuncios, Internet, convenciones, e incluso vacaciones grupales.
Han ido perfilando su propio código y requisitos: contactos heterosexuales para hombres, bisexuales para mujeres, no a las drogas y sí al preservativo en cada encuentro.
Hay estudios de parejas “swinger”, que dan testimonio de cómo este estilo de vida, les facilita el desarrollo y escucha de las necesidades emocionales y sexuales del compañero.
Lo que podría ser inconcebible para algunos, ha logrado cautivar a cientos de personas en diversos países, haciendo crecer la práctica de intercambiar parejas.
Teniendo en cuenta los derechos sexuales universales, aprobados por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS), no existe una única manera de vivir la sexualidad, y siempre que no haya daños físicos o psicológicos, es legítimo elegir el modelo (marital, pareja de hecho, convivencia o swingers).
"En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación"
Octavio Paz
Podría decirse que las parejas swinger, son parejas liberales que luchan contra esta idea clásica de monogamia y buscan diversión, sin dejar a su pareja de lado, comunican abiertamente su necesidad de tener sexo con otras personas y lo hacen sin tapujos, junto a su pareja.
El concepto Swinger podría definirse como un acuerdo mutuo entre una pareja que intenta probar algo excepcional para mantener el equilibrio matrimonial.
Algunos investigadores definen al Swinging como el consentimiento de las parejas para realizar prácticas sexuales con otras personas, lo que implica restringir las necesidades emocionales, pero ampliar las necesidades físicas para incluir a otras personas.
Es decir, los swingers mantienen la monogamia emocional, pero incorporan a la vida nuevas prácticas sexuales tal como si fueran prácticas sociales regulares.
¿Por qué?Diversos investigadores han intentado descubrir por qué los swingers eligen esta práctica, no hay verdades absolutas aunque las hipótesis apuntan a razones como las siguientes:
Mejorar la calidad de la relación marital y sexual
Superar las restricciones sociales
Conocer gente nueva
Escapar del aburrimiento en el matrimonio
Tener mayor vida social
Por voyeurismo y la excitación sexual
La capacidad de disfrutar del sexo como un acuerdo voluntario con la propia pareja, no en secreto, no a escondidas, eso implica una gran honestidad y abierta comunicación.
Para algunos funcionará, para otros no, mientras el placer se busque de manera voluntaria, libre y sincera, sin hacer daños a terceros; mientras la práctica del sexo sea de común acuerdo.
Es decir, son personas de amplia tolerancia y versatilidad sexual, de manera que, eligen libremente cómo disfrutar de su sexualidad, desmarcándose de patrones culturales, tabúes, ideas políticas o religiosas.
Se identifican con las preferencias sexuales de la mayoría, pero se sienten diferentes en cuanto a la libertad de poder llevarlas a cabo, sin la represión de las relaciones monógamas, o la falsedad de las relaciones extramaritales a escondidas.
Entre sus hábitos se incluyen sexo en grupos, observar sexo en terceros (voyeurismo) y ser observados (exhibicionismo). Según el grado de participación puede optarse por “soft swinging” o “intercambio ligero” (besos, caricias y sexo oral con una tercera o cuarta persona) o “full swap” o intercambio completo” (implica coito con alguien distinto a la pareja).Un aspecto que distingue a esta práctica de otras de sexo grupal, es que acuden parejas reales con lazos afectivos y de compromiso, para los cuales sí hay exclusividad, siendo sólo la pareja sexual la que comparten. De hecho, transgredir la línea de la posesión del otro es un elemento de excitación.
Saben dónde encontrarse. Se reúnen en locales o clubes nocturnos especializados, o bien en lugares privados a través de anuncios, Internet, convenciones, e incluso vacaciones grupales.
Han ido perfilando su propio código y requisitos: contactos heterosexuales para hombres, bisexuales para mujeres, no a las drogas y sí al preservativo en cada encuentro.
Hay estudios de parejas “swinger”, que dan testimonio de cómo este estilo de vida, les facilita el desarrollo y escucha de las necesidades emocionales y sexuales del compañero.Lo que podría ser inconcebible para algunos, ha logrado cautivar a cientos de personas en diversos países, haciendo crecer la práctica de intercambiar parejas.
Teniendo en cuenta los derechos sexuales universales, aprobados por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS), no existe una única manera de vivir la sexualidad, y siempre que no haya daños físicos o psicológicos, es legítimo elegir el modelo (marital, pareja de hecho, convivencia o swingers).
"En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación"
Octavio Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario