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viernes, 28 de noviembre de 2014

Footjob “El arte de masturbar con los pies”

Es el fetichismo pronunciado en los pies humanos. Esta parafilia es también llamada podofilia, y es considerado uno de los fetichismos más comunes en los varones.

Conviene aclarar que si bien usualmente se utiliza el término fetichismo para referirse a esta parafilia, muchos autores prefieren emplear el más apropiado de parcialismo. Esto es así porque la palabra fetichismo hace referencia a fijaciones sobre objetos y/o materiales (como el fetiche por el calzado o el fetiche por el cuero), es decir, sobre cosas no vivas. En cambio, cuando la fijación erótica se proyecta sobre partes del cuerpo humano se trata de parcialismo, ya que el placer sexual se obtiene por la reducción de todo el cuerpo a una de sus partes (a diferencia de lo que ocurre con el fetichismo, donde el placer se obtiene fuera del cuerpo).

Un fetichista del pie se puede excitar sexualmente al ver, tocar, acariciar, chupar, oler, lamer o besar los pies de otra persona. Existen también fetichistas que disfrutan castigando los pies de otras personas, pero éstos representan más que todo una variante de BDSM sin relación con el fetichismo de pies convencional.

Footjob

Footjob es una palabra de origen inglés para referirse a la práctica sexual con los pies, y cuyo término puede ser identificado con la sigla FJ.

En esta actividad pueden participar un hombre y una mujer o dos hombres, por ende, la mujer o el hombre pasivo, coloca sus pies descalzos (Barefoot); también con tacones (Heeljob), sandalias (Sandaljob ), zapatos (Shoejob), botas (Bootjob), o medias(Sockjob) en el pene, y lo acaricia con las plantas de los pies (Solejob) o los dedos de los pies (Toejob), lo que consiste en la masturbación del pene usando los pies de su pareja sexual; incluso hasta que el hombre llegue al orgasmo (Creamed Feet). También hay otro tipo de footjob, en el que dos mujeres participan, mientras una de ellas coloca sus pies sobre los pechos de la otra mujer para acariciarlos, y también con los dedos de los pies, en la región vaginal.

Foot Worship

Es el término utilizado para referirse a la adoración de los pies. Se podría decir que es cuando alguien venera el pie de otra persona, y consiste en tomar el pie y acariciarlo, besarlo e incluso chuparlo de manera muy especial.

Foot Fetish

El "Foot Fetish" es considerado un género pornográfico más, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando se le incluía dentro de la categoría más amplia de "Fetish", compartiendo lugar con otros fetiches y perversiones que nada tienen que ver.

Trampling (Pisoteo)

Es un fetiche poco común y considerado como rudo, practicado de forma más común en el BDSM, consiste en ser prácticamente pisado por pies descalzos o con zapatos de tacón muy alto pero no solo se experimenta placer de esta forma, también cuando caminan sobre el cuerpo de la persona pasiva; de igual manera con los pies o en calzado de tacón incluso pisoteando y apachurrando los genitales del sumiso para placer del mismo.

Lo básico sobre Footjobs

Es muy importante que tus pies estén limpios y libres de piel seca que podría irritar la piel del pene o la zona del clítoris. Si mantienes tus pies con cuidado y con buena apariencia, serán más eróticos. En cambio, si tus pies no están cuidados pueden dejar de ser atractivos.

Link: Consejos para mantener lindos tus pies

Antes de realizar un footjob es muy buena idea excitar a tu compañero con los pies. Puedes empezar por acariciarle con tus pies, paseándolos a lo largo de sus piernas y sobre la entrepierna. Si te parece bien, puedes permitir que tu compañero chupe o muerda los dedos de tus pies. Antes de que empieces a masturbarle con los pies podrías agarrar su pene entre el dedo gordo del pie y el siguiente.

También tienes que decidir dónde va a eyacular tu compañero. ¿Le dejarás que termine en tus pies? Si él está de pie o de rodillas haciéndole el amor a tus pies, ten cuidado con su eyaculación, pues si tiene una buena eyaculación el semen podría terminar en tu rostro.

Hay quien disfruta haciéndolo con los calcetines puestos, medias, o bien con unos zapatos, como no hay normas realmente todo vale, es más cuestión de probar e ir viendo lo que nos excita más. Pero ten en cuenta que si sigues, al final te espera el chorro de semen y quizás tus zapatos no sean de los que se limpian fácilmente.


HBO Sexo Urbano Mar Del Plata

Año: 2010
Duración: 55 Minutos
Audio: Español
Subtitulos: No
Sinopsis:

Serie documental que registra el lado más erótico y efusivo de algunas ciudades iberoamericanas como Barcelona, Buenos Aires, Ciudad de México, Caracas, Río de Janeiro, Santiago de Chile, entre otras, donde el mayor atractivo será explorar la sexualidad de sus habitantes y algunos visitantes.

“Depilarse toda”: ¿por ellos o por nosotras?

Desde hace unos años es moda. De hecho, es tendencia absoluta en todos los salones de belleza. Pero, ¿las mujeres lo hacemos porque nos gusta o ha pedido de los hombres? ¿Qué se busca y qué se encuentra en un cavado sin un pelo? De los riesgos a los beneficios, la intimidad de la depilación total de la pelvis y la tira de cola.

“Si te depilas toda, gozas más”. O “Ellos lo prefieren sin un pelo”. O “Ni loca lo hagas, es muy peligroso”. O… Muchos son los mitos que rodean a un pubis depilado. Lo cierto es que es “la” tendencia de belleza íntima de este siglo, una norma que se ha establecido entre las mujeres que no dudan a la hora de acostarse en la camilla del centro de belleza. Y ya no se trata de “recortar” o sólo prolija: ahora la misión es dejar nuestra intimidad casi al descubierto, totalmente despojada de ese vello que pocas décadas atrás reflejaba la feminidad absoluta.

“Por algo está”, decía la abuela

El vello púbico aparece en la maduración púber debido a la influencia de andrógenos y estrógenos y forma parte de los caracteres sexuales externos. “Se cree que su origen se remonta al desarrollo, cuando el hombre tuvo que caminar erguido y éste ‘señalaba’ el área genital”, explica el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. Otras teorías sostienen que servía para calentar la zona cuando no se empleaban más que algunas pieles para vestir o que mostraban una parte del cuerpo que podía resultar excitante para los otros.

Desde el punto de vista ginecológico, “sirve para amortiguar el impacto de golpes o fricciones sobre el pubis protegiendo, así, a los genitales externos y también impide que la transpiración o el agua que corre por el cuerpo impacte directamente en ellos”, detalla la ginecóloga Sandra Magirena. Y agrega: “El vello forma una malla protectora al ingreso de gérmenes u otras secreciones, por ejemplo, la contaminación de materia fecal a la vagina”.

Pero el dato más interesante está por venir. “En la base de los pelos ondulados se encuentran glándulas sebáceas que humectan la zona y segregan feromonas, sustancias que estimulan el deseo sexual masculino excitando los terminales nerviosos del órgano vomero nasal, una estructura  del cerebro primitivo ligada al olfato y al estímulo sexual  -sobre todo- en los hombres”, dice Magirena.

A la hora de hablar de los riesgos, mucho se dice y poco se sabe. Según la ginecóloga, “En general no hay inconvenientes serios, salvo el efecto de irritación por calor sobre la piel o alergia a la cera que pueda producirse”.

Depílame, depílate: del bikini a ¿nuestro? placer sexual

Al principio, hacer “el cavado” sólo buscaba eliminar los pelos de las ingles para evitar que asomaran –antiestéticos y desagradables- por debajo de la tanga o de la malla. Hoy, “el 85 por cierto de las mujeres que se atienden se depila la pelvis completa y se hace la tira de cola”.
Y es ahí, recostadas sobre la camilla y sin bombacha, cuando nos enfrentamos a las verdaderas razones por las que decidimos volver a ser “como nenas de 8 años”. La mayoría de las chicas dice que lo hace por higiene, porque se sienten limpias, frescas y seguras. Sólo algunas pocas insinúan que lo hacen a pedido de sus parejas.
Y llegamos a la cuestión: nuestra imagen frente al espejo (y frente a ellos). Depilarnos el cavado ya no es un simple acto de belleza, no sólo buscamos eliminar los pelos para que no se vean debajo del bikini, buscamos volver a ser chicas, lampiñas y con la piel suavecita. ¿Por qué? La “leyenda urbana” afirma que no tener vello colabora con nuestro placer sexual, sin embargo, la doctora Magirena lo descarta de plano: “es un mito, tiene que ver con la cultura y las modas y no con el goce”.

Belleza siglo XXI  

Eso que pocas murmuran es, en general, la verdad: a los hombres los fascina un pubis “infantil”. Pero no siempre les gustó. En su libro “La defensa del pelo. Contra la dictadura de la depilación íntima”, citado por blog “Bastadesexismo”, el periodista Stephane Rose sostiene que esta tendencia se originó con la democratización de Internet que acarreó, a su vez, la democratización de la pornografía. “Desde el principio de los años 2000, la depilación íntima ya no es una cuestión de moda, y mucho menos de elección o de libre albedrío: una mayoría de mujeres ya no son dueñas de sus pelos púbicos y los depilan dócilmente (…) sin cuestionar el sentido de su gesto”.

Y si volvemos a las causas, sólo basta ver la presentación de una película porno para descubrir que, entre tanta pelvis completamente depilada, “las peludas” son una categoría especial, minoritaria y fetichista. Ese, absolutamente limpio y despojado, es el modelo que los hombres pretenden imitar en sus camas.

Entonces,  ¿qué buscamos nosotras y qué encuentran ellos al vernos “como nenas”? El doctor Ghedin no cree “que la zona lampiña produzca en los hombres adultos fantasías de estar con una mujer más joven”, pero sí cree que “se sienten halagados por lo que la mujer les ofrece, como si ellas hubieran -ex profeso- preparado la zona para estar con ellos”.

A diferencia, para Magirena, “La sexualidad ha cambiado bastante, hay una pérdida de la intimidad, todo se expone. Es más importante el ‘cómo me ven’ que el ‘cómo me siento’. Yo pienso que estos comportamientos son un poco regresivos, creo que  verse toda depilada es algo infantil y el sexo compartido y placentero es cosa de adultos. Sabiendo que son más las mujeres las que se rasuran todas, pensar que un hombre se excita con un pubis aniñado suena bastante perverso”.

El cavado completamente depilado y la tira de cola son tendencia indiscutida. De la higiene al goce, varias son las razones por las que las mujeres pasamos por ese momento que de placentero poco tiene. ¿Te depilas esa zona? ¿Por qué lo haces? Y los hombres, ¿qué prefieren? Compartan su opinión!