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lunes, 18 de junio de 2012

¡Una cuestión de tamaño!

 En diversas sociedades se hallan criterios estéticos para los genitales masculinos y, concretamente, para el tamaño del pené. En general, es objeto de admiración un pené de gran tamaño. Nuestra sociedad no escapa de esta pauta, que se ha convertido en un mito provocador de angustia para muchos hombres, tal como se refleja en las innumerables consultas sexológicas que este tema genera, y pese a que todos los estudios demuestran que a las mujeres el tamaño del pené no les importa demasiado.

Se ha dicho que la vagina se adapta a cualquier tamaño de pené, por pequeña que sea; que el hecho de que la vagina sea más sensible en la entrada que en la profundidad hace innecesaria una excesiva longitud; que los penes pequeños aumentan más su tamaño durante la erección que los penes mayores, por lo que las comparaciones del pené en estado flácido no indica el tamaño que alcanzara en erección; en fin, que una mayoría de las mujeres aprecia mas la calidad que la cantidad y más quien esta detrás del pené que su tamaño en sí.

A través de varias investigaciones, puede decirse que el tamaño medio o normal del pene en estado de erección, es de unos 15 centímetros de largo y de 9 a 11 centímetros de perímetro. Esta medida viene a ser, como decimos, la media normal en términos estadísticos.

Conviene aclarar que el modo de tomar las medidas en cuanto se refiere a la longitud ha sido siempre partiendo del comienzo o nacimiento del pene, junto al hueso del pubis, hasta la extremidad última o final del glande. En cuanto al grosor o circunferencia, las medidas se han tomado a dos centímetros y medio del glande, es decir, lo que puede ser considerado como el cuerpo del pene.

Suele pensarse que hay una proporción entre el pene en estado de reposo y en estado de erección. Hay que tener en cuenta la dificultad de una medida exacta del pene en su estado fláccido. La razón es simple: varía según la circulación de la sangre, según el estado del mismo individuo, del calor, del frío o de su estado de ánimo. Sin embargo, en un cálculo de aproximación llevado acabo por diversas encuestas, se estima la medida normal o media del pene en reposo en unos 9 o 10 centímetros de largo y entre 7 y 9 centímetros de circunferencia. En el asunto del tamaño del pene, como en todo, la perspectiva con que se enfoque la cuestión es lo que importa.

Por un lado, uno se puede preguntar:

¿Cómo debe ser de grueso para que la vagina de la mujer se adapte sin problemas?

¿Importa realmente el tamaño del pene?

A todas estas preguntas se puede responder de forma sencilla y rápida, diciendo que el tamaño no importa, que lo que importa es la habilidad de la persona, los sentimientos... que la vagina se adapta a cualquier tamaño porque es flexible.

Ahora, cabe preguntarse si estas respuestas resultan convincentes para quien las lea.

Muchos hombres se sienten acomplejados, o preocupados, por el tamaño de su pene, lo que repercute en la seguridad con que afrontan sus relaciones sexuales. Además, no siempre el tamaño del pene va directamente asociado al factor sexo.

Es tan fácil como repasar cuál ha sido la evolución de la estética femenina en las últimas décadas.

Los primeros implantes de silicona fueron objeto de críticas así como comentarios favorables y llenaron muchas páginas en la prensa, revistas, programas de radio y televisión. Estas intervenciones han ido evolucionando hasta convertirse en un tratamiento rutinario al que se someten cientos de miles de mujeres en todo el mundo. A estos implantes hay que añadir el resto de tratamientos estéticos, desde la depilación definitiva hasta el relleno de labios.

¿A qué se debe este fenómeno?

Para estas preguntas no existe una sola respuesta, como tampoco la hay para el hombre que desea agrandar su pene. Algunas mujeres lo hacen por pura coquetería, otras porque están acomplejadas y se sienten inseguras con su físico, lo que repercute en otros muchos factores de su vida. Y están aquellas que, por un problema médico o, a partir de un accidente, deben recurrir a la cirugía estética.

No todas las mujeres recurren a implantes mamarios para disfrutar más en la cama o para que disfrute su pareja. Es una decisión personal en la que seguramente entra en juego la necesidad de gustarse y de gustar, el deseo de ganar seguridad, mejorar la apariencia... incluso por razones laborales!

En el caso del hombre y su pene, no tiene porqué ser diferente.

Un pene mayor puede resultar en una mayor confianza, lo que, en el momento de las relaciones sexuales, se traduce en una erección más fuerte y duradera. El sistema nervioso parasimpático determina el tipo de erección, y éste, a su vez, está condicionado por el entorno y por las sensaciones del hombre en el momento de mantener una relación sexual. Cuanto más favorables sean esas circunstancias, mas fácil será que el hombre tenga una erección buena y duradera. Por lo tanto, la seguridad que tenga en sí mismo es fundamental. Esa seguridad se traslada y se transmite, sin ningún tipo de duda, a otras facetas de su vida.

Afrontar una nueva relación, mostrarse desnudo en vestuarios, playas o frente a la pareja... puede generar inseguridad e incluso complejos.

Por último, están los dos extremos. Por un lado, los hombres cuyo pene no alcanza lo que se considera una medida normal (algunos deben recurrir sin remedio a la cirugía, mientras en la mayoría de los casos se soluciona ganando una par de centímetros más). Y, por otro, los hedonistas, los hombres que disfrutan cuidando de su cuerpo. Ellos nunca se preguntan si el tamaño de su pene es normal porque, aunque lo sea, siempre estarán dispuestos a mejorar la marca.

Sea cual sea la explicación, a muchos hombres, como a muchas mujeres, no les sirve de consuelo la explicación de que el tamaño del pene no importa, como tampoco importa el tamaño de los pechos. Es una cuestión que cada uno debe resolver de la mejor manera.

Para darle solución al tamaño del pene, existe la psicología, la andrología, la urología y la sexología. Hay soluciones que requieren una intervención quirúrgica, como en el caso del micro pene, y otras menos “invasivas”, como es el caso de los aparatos médicos extensores que se acoplan al pene de forma sencilla y discreta y que permiten llevar una vida normal mientras se logran hasta cinco centímetros más de longitud y una centímetro más de grosor.

También es necesario advertir que no todo se vale. Es necesario informarse y conocer las diferentes soluciones que se ofrecen en el mercado, ya que algunas resultan fraudulentas y otras ni siquiera garantizan resultados. La “soluciones” fáciles, como es el caso de las pastillas, los masajes, o las bombas de vacío, no pueden clasificarse dentro del apartado de soluciones. Sus resultados, si es que los hay, no son permanentes y tienen efectos secundarios.

Lo que en realidad interesa a las mujeres es la creatividad y calidad de la relación sexual, que el tamaño del pene.

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